¿Qué relación tiene el grafito y el diamante? Para saber de qué se trata esta conexión entre dos conceptos aparentemente opuestos, deslicémonos al mundo de la Química.
En esencia el grafito y el diamante están compuestos de los mismos elementos. Entonces, por qué se ven o aprecian tan diferentes. El diamante según la escala de Mohr es uno de los minerales más duros y es de color claro y brillante. En cambio, el grafito es muy blando y gris oscuro. Por tal motivo la clave está en la estructura molecular de ambos. Las moléculas de carbón están organizadas en un plano de formas hexagonales en el grafito, y en los diamantes tienen un arreglo más complejo en forma de tetraedros. Esta dualidad es muy interesante ya que el valor otorgado a estos objetos cuando se convierten en productos de consumo depende de las cualidades determinadas por la organización de su estructura molecular y no de qué están compuestos. Lo cual entendemos ya que es difícil imaginar el encanto de una sortija de grafito en contraposición a una de diamantes.
Examinemos otro tipo de valor. El valor como principio del arte y la importancia de conocer los instrumentos básicos del dibujo; medio primordial de los procesos creativos en las disciplinas de las artes visuales y el diseño.
Transcurría el año 2000 cuando me encontraba en el curso de pintura básica con el Maestro Rafael Rivera Rosa en la Universidad de Puerto Rico Recinto de Rio Piedras. Recuerdo de manera muy viva como él subrayaba la importancia de investigar y conocer la composición química de los materiales pictóricos, para manipularlos y saber mezclarlos de forma asertiva desde el punto de vista de la conservación. De tal insistencia me he apropiado con el tiempo, ya que ser dibujantes o creadores implica entender el lenguaje de los materiales y saber qué tenemos entre manos. Comencemos con el lápiz de grafito. Como ya atisbamos al inicio de este escrito, el grafito es un mineral compuesto de átomos de carbón. El grafito también tiene otras aplicaciones además de utilizarse en el interior de los lápices de dibujo. Por ejemplo, al ser no metal y buen conductor de electricidad, se utiliza en la industria automotriz y aeroespacial. Dato curioso, aunque es momento de fijarnos en la invención del lápiz de grafito que data del Siglo 14. Evidencia de tal diseño es una ilustración que nos llega desde el renacimiento de la mano del naturalista suizo Conrad Gessner en 1565. Eventualmente el concepto del lápiz de grafito se fue desarrollando hasta llegar a su etapa industrial. En Alemania los descendientes de Caspar Faber depuraron la tecnología y el mercadeo del producto y llevaron la marca de lápices Faber - Castell a nivel internacional. Faber fue un ebanista que en el Siglo 16 comenzó una pequeña operación de venta de lápices confeccionados artesanalmente. Dicha empresa es de las más antiguas que ha documentado el proceso de innovación de esta industria por centurias. Actualmente existe una gran variedad de marcas en el mercado de lápices de dibujo. Una nota simple para considerar al momento de adquirir lápices de dibujo es enfocar nuestra atención en la rotulación y nomenclatura del lápiz más allá de la marca y el precio. Algunos de los lápices de dibujo disponibles en el mercado se pueden obtener en un estuche básico de 12 tipos de grafito. La variedad va desde un trazo más intenso u oscuro hasta un trazo bien sutil y claro. Para lograr esta diferencia entre cada lápiz, en el proceso de manufactura mezclan el grafito con arcilla. A mayor cantidad de grafito más oscuro es el trazo. Esto hace que los lápices con mayor cantidad de arcilla en su mezcla tengan un trazo mucho más claro. Para saber identificar cada lápiz y su intensidad cromática observa el número y la letra asignada al tope de cada uno. En la escala básica, 6B es el trazo más oscuro, los intermedios son HB y F. Los más claros son los que tienen la letra H.
Tener una diversidad de lápices facilita el logro de efectos técnicos y mayores sutilezas al dibujar. Por tal motivo, uno de los ejercicios básicos al momento de aprender procesos de creación en el medio del dibujo es realizar una escala de valores. El valor como principio del arte es la intensidad de la claridad u oscuridad de un color. Al practicar el dibujo de una escala de valores con lápices de grafito, podemos visualizar la variedad de sombras y aprendemos a controlar el instrumento para adaptar la presión y precisión de los trazos. Considero que estas prácticas a mano alzada son esenciales para todo dibujante, aunque su medio de predilección sea el arte digital ya que el gesto y la soltura del trazo se adquiere con la repetición de la tarea.
Momento de tomar nota para comenzar una reflexión que trascienda la materialidad de la fuente de los trazos de grafito y conectemos los diamantes, el dibujo y el valor del mercado del arte. En el mes de diciembre del año 2021 el artista puertorriqueño Juan Salgado vendió por $32, 000 dólares un NFT de su obra titulada “Lotus Diamond” estableciendo un récord dentro del mercado del arte en Puerto Rico. Si te preguntas que es un NFT, sus siglas significan Non-fungible token. Básicamente esto implica que es una pieza de arte digital no intercambiable cuyo comprador es el único que posee la creación original. El auge que ha tomado esta forma de mercado es una oportunidad para los artistas que tienen una alternativa adicional en la periferia de las instituciones que de muchas formas controlan el mundo del arte. Esta frontera merece ser explorada y bienvenida en comunidades de artistas que puedan conectar con nuevas plataformas digitales en una era predominantemente visual.
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